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    Alerta Kurdistán

    PLATAFORMA DE SOLIDARIDAD CON KURDISTÁN

     

    El 12 de diciembre el presidente de Turquía anunció su intención de movilizar de nuevo contra Rojava -Kurdistán de Siria- a su ejército junto a los grupos yihadistas sirios que maneja como marionetas.
         De momento, parece que lo único que había detenido la invasión terrestre era la negativa de la Coalición Internacional a autorizar la agresión, puesto que las YPG e YPJ y otras unidades de las Fuerzas Democráticas Sirias se encuentran envueltas en el sangriento asalto del último bastión del Estado Islámico, del que el mundo parece haberse olvidado ya.
    Sin embargo, el 19 de diciembre el presidente del Gobierno de Estados Unidos ha anunciado su intención de retirar rápidamente sus tropas de suelo sirio, lo que dejaría vía libre a una invasión turca, si bien franceses e ingleses parecen dispuestos a permanecer en la lucha contra el ISIS. La excusa de esta precipitada retirada es la supuesta derrota del EI (aún cuando todavía resiste en algunos lugares del sur sirio).
         Salvo que la presión política de la propia Administración americana revierta parcialmente la decisión de su presidente, parece claro que Donald Trump pretende dejar al pie de los caballos a quienes más sangre han derramado para vencer al Estado Islámico. No solo a la población kurda, sino también a la árabe y cristiana que ha participado en las Fuerzas Democráticas Sirias y que se enfrenta al más que posible ataque del Ejército Turco y las bandas yihadistas que patrocina.
       La escena se repite una vez más; cuando el Daesh parece estar a punto de sucumbir, Erdogan plantea un desafío a las fuerzas kurdas, cristianas y árabes de la Federación del Norte y el Este de Siria que las lleva a posponer su ofensiva contra el Califato para poder defender sus fronteras contra las ansias colonialistas del fascismo turco.
        Ya ocurrió hace casi un año cuando Turquía y sus lacayos de la yihad del Ejército Libre Sirio atacaron y ocuparon Afrín.
        Lo mismo sucedió hace unos meses en el asalto de las SDF a Hajin. Los constantes bombardeos y agresiones turcas llevaron a las fuerzas kurdas a centrarse en hacer frente a estos ataques y suspender la caída del ISIS en su último feudo.
    Defender tanto Rojava como la Federación del Norte y Este de Siria de las agresiones imperialistas otomanas no es únicamente una deuda de sangre de todos los países con el pueblo kurdo por el alto precio que ha pagado en la lucha en primera línea de fuego contra el Daesh, sino la única garantía de que Siria no perpetúe su prolongado descenso por el precipicio de la guerra civil.
         Pese a los atentados ocasionales del EI y los sabotajes y asesinatos financiados por el Estado Turco al Este del Éufrates, donde se ha instaurado el confederalismo demócratico, esta parte de Siria sigue siendo la más pacificada y segura.
    Aún más lo era Afrín, el cantón kurdo situado al oeste de Siria, antes que Rusia diera luz verde a la invasión turca -un socio OTAN- y yihadista de una parte del territorio sirio, anexionado ya da facto a suelo turco.
    Si antes de la ocupación militar este enclave era uno de los escasos puntos de Siria libres de destrucción y de guerra, y lugar de acogida de centenares de miles de desplazados internos, la presencia turca e integrista han convertido Afrín en el botín de guerra de mercenarios islamistas que combaten entre ellos por el saqueo, persiguen minorías étnicas y religiosas, atacan la identidad kurda y abusan, secuestran y violan a las mujeres, además de obligarlas a vivir bajo el yugo del Islam más rigorista.
    Por todo ello, y porque Turquía tampoco ha dejado de invadir territorio kurdo en Iraq, llegando incluso a bombardear en la última semana el campamento de personas refugiadas de Makmour y al pueblo yazidí en Shengal, llamamos a la solidaridad con el pueblo kurdo, especialmente en Rojava.
    En estos momentos, si bien la amenaza turca es evidente, es difícil saber si el régimen llegará a un acuerdo con las SDF para preservar su integridad territorial -rara vez Turquía conquista un lugar para desprenderse de él como muestran el Norte de Chipre y Hatay- u optará por una actitud que conduzca a las hostilidades.
    Porque todos los escenarios se mantienen abiertos y ninguno parece esperanzador para los pueblos que habitan Rojava...
    Atent@s a las movilizaciones contra la agresión imperialista.

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